Examinó a los Consejeros que estaban ahí presentes. Estaba Brom, su mejor general y su asesor en asuntos militares; Kolk, el general de la Legión de los muchachos; Aberthol, el mayor del grupo, un erudito e historiador, mentor de los reyes de tres generaciones; Firth, su asesor en asuntos internos de la Corte, un hombre delgado, con el pelo corto y canoso y los ojos ahuecados que nunca se quedaban quietos. Firth no era un hombre en quien MacGil confiaba