© Leon Malin, 2018

ISBN 978-5-4490-4067-1

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Vi un artículo en Internet. Los científicos estadounidenses han realizado una prueba, sobre la base de la cual es posible determinar, dentro de un décimo de porcentaje, la compatibilidad sexual de hombres y mujeres. Usando las referencias anteriores y mi conocimiento del inglés, encontré una revista y un artículo. La prueba consistió en 300 preguntas, la descargué. Ahora es bueno traducir todo con precisión. Después de pagar una pequeña cantidad a profesionales, traduje la prueba. ¿Por qué necesito esto? ¿Y qué pasa si creas un programa simple basado en la prueba y ganas dinero? La agencia no trajo grandes ganancias todavía. Tengo suficiente tiempo libre con mi asistente (y conmigo). Nos dedicaremos al proxenetismo sexual.

No fue difícil compilar un programa de computadora para una prueba para especialistas. Y no me costó mucho. Ahora cualquiera puede completar el cuestionario y obtener una respuesta rápida en la medida en que se adapte a su pareja o candidatos del banco de datos de una manera sexual. Lancé un pequeño anuncio y esperé clientes.

Nos sentamos juntos con Vika en la oficina, cada uno en su computadora. Estuve involucrado en la promoción de nuestra página en la red social. Victoria trabajó en nuestro súper programa “Compatibilidad sexual”.

“Mira, Oleg, qué cuestionario tan interesante envió la mujer”. Ella trata la mamada positivamente. Le gusta obedecer en el sexo Solo para ti

– ¿Qué te hace pensar que me gusta subordinarme?

– Sí, lo sé. Y aquí hay otro punto, acerca de la penetración profunda. No, te conviene exactamente.

“Bueno, compáralo con mis datos”.

Vika golpeó el teclado.

“Treinta y uno y cuatro décimas de un porcentaje”.

– No es suficiente.

– Y aquí, Olezhek, mira, un cuestionario más adecuado.

– No me distraigas. Cuando encuentres compatibilidad cien por cien, entonces dirás.

– Encontrarás un cien por ciento, cómo. Después de todo, incluso con nosotros contigo, el cincuenta por ciento falló.

El primero en la prueba que experimentamos con Vika. Nuestra compatibilidad sexual con ella fue del 44.3%.

Hoy a las 11 en punto el cliente debería venir. En el momento señalado, apareció.

– Leonid Petrovich.

“Hola, entra, siéntate”.

El hombre se sentó en el sillón. Vika fue a hacer café. Leonid Petrovich parecía sólido y seguro.

– Tengo 50 años. No hace mucho tiempo me casé. Mi esposa, Lisa, es 15 años más joven que yo. Nuestra vida familiar está procediendo normalmente. Soy una persona rica, mi esposa no necesita nada. Lisa no trabaja, pero la vida solitaria no conduce. Salimos a la gente, visitamos teatros, exposiciones. Pero, en general, soy una persona ocupada. Y, tal vez, no le presto tanta atención a mi esposa, como debería ser. Sin embargo, Liza no se queja, está contenta con todo.

El cliente hizo una pausa. Victoria trajo café.

“Pero, como dicen, más cerca del punto. Recientemente, comencé a notar que Lisa me está ocultando algo. A veces, cuando entro en una habitación, ella cierra rápidamente la computadora portátil o va a otra página.

Él nuevamente calló, tratando, probablemente, de formular su idea.

“Sabes, Lisa es muy querida para mí. La amo Y si ahora tiene a alguien para aparecer, me gustaría saberlo. Tal vez para intentar destruir solo la relación inicial. Espero que me entiendas?

Asentí.

– Ahora el tiempo de las computadoras, teléfonos inteligentes, Internet. No soy muy bueno en esto en todo. No hay tiempo ni deseo de ahondar en estas sutilezas. Es por eso que quiero hacerte un llamamiento. Mira, por favor, la vida virtual de mi esposa. Con quién se comunica, con quién es amiga, qué simpatía tiene. Solo míralo con cuidado para que no sospeche nada de mí. Vigilancia personal, no virtual, pido que no lo haga. Puedes ligar con ella a través de Internet tú mismo. Me interesa saber cómo se relaciona con ese tipo de conocidos y ofertas. Bueno, ¿qué más?

Él pensó en eso.

“Pagaré sus gastos, aquí está para usted por primera vez”. Con base en los resultados de la “investigación”, ya sea positiva o negativa, prometo una buena bonificación.

Poniendo el dinero y las coordenadas de su esposa sobre la mesa, el cliente se retiró.

El trabajo fue sencillo, pero minucioso. Primero encontramos una red donde Lisa giraba (comunicaba) más. Luego, con Vika, comenzamos a completar mi perfil. Según la leyenda, yo era un hombre rico, joven e interesante. Encontramos bellas imágenes, trabajadas en el editor. Ahora tenemos que “hacer amigos” con Liza. Era necesario hacer esto sutil y prolijamente. Estudiamos las actividades de nuestro barrio en la red, revelamos sus intereses y preferencias. Para crear una leyenda y también para echar raíces en la red, siguió a Vick. Ella tuvo que “procesar” a los amigos de Lisa, posibles candidatos para la “comunicación” con la esposa del cliente. Nos sumergimos en un trabajo denso.

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